Envasar al vacío es una técnica que permite frenar el tiempo de degradación de los alimentos y conservarlos por más tiempo. Con el proyecto Bodegón al vacío hemos querido explorar el tiempo de deterioro que toman algunos alimentos al envasarse al vacío, un tiempo que, obviamente, se verá alterado y será distinto al tiempo “natural” que pueden tomar los alimentos hasta pudrirse. Junto a estos, hemos querido colocar algunos objetos inorgánicos, como piedras, conchas del mar, metal, o plástico a modo de crítica contra una sociedad de mercado que convierte en producto todo lo que encuentra a su paso convirtiéndolo en objeto, al cual le otorga un valor de cambio. Al envasar los materiales al vacío, estos sufren un proceso de mercantilización convirtiéndose en productos estériles que pierden el contacto con su naturaleza. A modo de presentación, hemos pensado en un Bodegón clásico, ya que este representa la imagen de un conjunto de frutas que en su contemplación invita al disfrute de la comida. En contraposición a la incitación de coger una fruta libremente, como se podría hacer delante de un bol lleno de frutas, nosotras presentamos un Bodegón propio de nuestro tiempo en que la libertad de agarrar, por ejemplo, una manzana se ve interrumpida por el envase de plástico.

 

Proyecto: Alba Esparza Comalat, Olga Martínez Carballés, Belén Egan Sandoval, Núria Contreras Coll